Las Artes Marciales en cualquiera de sus disciplinas os van a brindar un montón de beneficios, algunos más generales y otros más específicos de cada Arte Marcial. Pero lo que muchas veces no se tiene en cuenta es la transformación integral que vives, no sólo como alumno, sino como persona. Es por ello que creemos en las Artes Marciales como forma de vida, tanto dentro como fuera del tatami. El camino del Cinturón Negro es un viaje de superación constante.
El camino del Cinturón Negro
En nuestra Escuela es bien conocido el lema de que “un Cinturón Negro es un Cinturón Blanco que jamás faltó a sus clases”. Pero no siempre cala su significado. Y es que llegar a obtener el Cinturón Negro, no debe ser el objetivo final en cualquier Arte Marcial, si no que es volver al punto de partida. Llegar a Cinturón Negro es el verdadero comienzo del camino en las Artes Marciales. ¿Y todo el trabajo realizado antes? Pues es el resultado de una preparación tanto a nivel físico como mental para que el alumno sea capaz de alcanzar su mejor versión, no solo como artista marcial, si no en cualquier faceta de su vida.
Las Artes Marciales como forma de vida
Con el paso del tiempo los alumnos, cinturón tras cinturón, van integrando no sólo mejoras físicas, de habilidades o técnicas, sino que también van interiorizando valores como la disciplina, la actitud, el respeto, la concentración, la superación, el compañerismo… Todos estos valores ayudan a que el alumno logre el equilibrio y le brindan las herramientas necesarias para desenvolverse en la vida. Es por ello que el concepto de Cinturón Negro es abrazar la idea de las Artes Marciales como forma de vida.
Dónde todo empieza
No importa la edad que tenga el alumno. En nuestro Dojo todos y cada uno de ellos comienzan desde el principio con el cinturón blanco.
Entreno tras entreno, día tras día y prueba tras prueba, los alumnos van avanzando de nivel, cambiando el grado de su cinturón, encontrándose en un nivel de aprendizaje y de compromiso diferente. La única diferencia que podríamos establecer es entre nuestros alumnos infantiles y adultos, ya que siguen programas diferentes para poder asimilar mejor los distintos conocimientos marciales del Kickboxing
Niveles: Básico, Intermedio, Avanzado
Nuestro programa de cinturones para Kickboxing está diseñado con el fin de que los alumnos vayan adquiriendo los distintos conocimientos de forma gradual, y que ellos mismos puedan adaptarlo a sus necesidades.
Nivel Básico cinturones blanco, amarillo, naranja y naranja-verde.
En este nivel el alumno aprenderá la filosofía de las Artes Marciales basada en la disciplina y el respeto. El nivel básico en un nivel de toma de contacto, donde aprender la base mediante la repetición de técnicas básicas, dónde el alumno comenzará a ganar confianza, aumentando así su autoestima y así poder dar el salto al nivel intermedio de kickboxing. Los alumnos de infantil además empiezan a adquirir hábitos de responsabilidad, como el cuidado de su material y su agenda de valores. Los alumnos Junior y Senior comienzan a adquirir una pequeña base física que les permitirá aumentar la intensidad de su entrenamiento en las clases
Nivel Intermedio cinturones verde, verde-azul, azul y azul-marrón
En este nivel aumenta considerablemente el nivel de exigencia física y marcial, pues los cambios entre grados y el progreso técnico es más lento. El alumno tendrá que aprender a manejar la desmotivación y la frustración con la constancia y la disciplina adquirida, y apreciar y valorar la mejora de los detalles. Si el alumno ha llegado a este nivel es porque le gusta y disfruta de las Artes Marciales. Debe mantener el foco en que todo esfuerzo tiene su recompensa.
Nivel Avanzado cinturones marrón, rojo, rojo-negro y negro
El nivel Avanzado es la recta final del programa para el cinturón negro, aunque el camino como ya sabéis, no termina aquí. Es el periodo más largo y el más exigente al que se tendrán que enfrentar nuestros alumnos. Requiere del perfeccionamiento de sus habilidades técnicas, físicas y mentales. Además deberán dominar el sparring demostrando seguridad, iniciativa y confianza en sí mismos. Prestar atención a los detalles en esta etapa marcará la diferencia.
La disciplina y la ilusión lo son todo en este último tramo del programa.
A continuación os dejamos el plan de grados tanto de infantil, como de adultos para que puedas descargarlo y echarle un vistazo
Marie y Rodri: dos alumnos ejemplo de las Artes Marciales como forma de vida
Por último, nos encantaría que conocieseis un poco mejor a dos de nuestros mejores alumnos de Kickboxing. Ellos son ejemplo e inspiración para el resto de sus compañeros, no solo por sus habilidades técnicas, si no por su forma de vivir y su estilo de vida, así que os dejamos con un pequeño resumen de su paso por nuestras escuelas, para que les conozcáis un poco mejor y ojalá os inspiren tanto como ellos a nosotros:
MARIE VON AHM – ALUMNA DYM SITGES
Lograr el cinturón Negro en Kickboxing un sueño que he tenido desde pequeña, y por eso significa TODO para mí.
Desde muy pequeña empecé a practicar artes marciales, como el Karate y el Kickboxing (ya con 16 años en Miami…) pero nunca pude mantener la constancia que quería por que viajaba mucho. Al menos hasta que llegué al DYM en el 2016. Lo que más valoro de mi aprendizaje en el DYM es que cada pequeño esfuerzo realizado en tu día a día, por pequeño que sea, acaba teniendo su recompensa.
En mi caso he tenido que compaginar mi empresa y frecuentes viajes de trabajo con mis entrenamientos lo que supone un esfuerzo extra para mantener esa constancia. Y es que trato de darle al deporte la misma prioridad que a mi trabajo, pues es lo que me ayuda a sentirme bien mentalmente y fuerte. Aunque no puedo practicar Kickboxing cuando viajo, siempre puedo llevar mis bambas y salir a correr, hacer burpees, saltar la comba y flexiones.
Ahora tras siete años de entrenamiento sin parar, miro hacia tras y puedo ver que todo ese esfuerzo ha merecido la pena, ¡estoy logrando ser la mejor versión de mi misma! en todos los aspectos. Aunque he de reconocer que he tenido alguna época de estancamiento y desmotivación, he podido superarlo con reflexión y poniendo foco en lo que importa: Sentirme bien. ¡Si no me ha parado tener los dedos del pie roto! nada me va a parar! y es que si no entreno, ¡no soy yo!.
Ahora toca seguir mejorando, este camino es un camino sin fin, siempre se puede llegar más lejos, siempre se puede hacer mejor.
RODRIGO ÁNGEL – ALUMNO DYM VILANOVA
Llevo entrenando unos 16 años en la Escuela DYM de Vilanova. Empecé con 21 y desde el principio tuve que compaginar los entrenamientos con mis estudios y mi empresa, la cual dirijo desde los 15 años.
Lo mejor de practicar Kickboxing es que he ido aprendiendo a controlar tanto mis nervios como el mal genio que arrastraba, fruto del manejo de mi propia empresa siendo tan joven. Es un deporte que me ha ayudado muchísimo a canalizar todo el estrés diario, además de ayudarme a ser más disciplinado y organizado con mis tareas.
Conseguir mi cinturón negro supuso un broche de oro a una de las etapas más felices de mi vida, donde me examiné junto a 20 compañeros más. Entrenábamos juntos, competíamos juntos. Éramos una piña. Actualmente voy a graduarme para 2ª DAN, sé que no tengo la misma energía ni el mismo cuerpo que tenía a mis 20 años, pero todo cambia: el aprendizaje, la forma de entrenar, las metas… hoy en día hacer kickboxing es una rutina más en mi día a día, como desayunar o beber agua, estoy aprendiendo a enseñar y las motivaciones son diferentes. El camino es largo, y no ha sido fácil, pero lo he disfrutado muchísimo.